La Vicaria de
Promoción Humana, es una dependencia de apoyo, animación y acompañamiento a las
comunidades de las parroquias de la Arquidiócesis, en el impulso de la Pastoral
Social a través de programas y proyectos
que apoyan procesos de desarrollo comunitario; con la finalidad de promover
integralmente a la persona humana frente a una realidad de pobreza,
vulnerabilidad y exclusión social, para que sea sujeto de sus propios procesos
de desarrollo que lo lleva a que alcance condiciones de vida dignas potenciando
el liderazgo y el empoderamiento de las comunidades.
Para realizar
esta labor de transformación de la persona humana y de su contexto, la Vicaria ejecuta
procesos de formación, capacitación técnica y metodológica y organizativa; acompañamiento
técnico; apoyo en la elaboración de
planes de trabajo comunitarios, así como en el seguimiento y evaluación de los
procesos desde las diferentes unidades de trabajo.
En este
sentido, la Pastoral de la Tierra, ha venido promoviendo y fomentando la agricultura
sostenible desde la mística, principios y valores de la Doctrina Social de la
Iglesia, de la Pastoral de la Tierra y la Espiritualidad Cristiana de la
Ecología. Esta ardua labor dio inicio en el año
1993 a través
del desarrollo de módulos de capacitaciones en el Centro de Formación
Integral y de Capacitación en Agricultura Sostenible (CEFICAS); donde los
participantes (agricultores) adquirieron conocimientos y destrezas para la
implementación de técnicas en agricultura sostenible; además, el equipo técnico
daba seguimiento a las parcelas de los productores.
En el año
1996 se fortalece el trabajo a través de
la visión del proceso Pastoral de la Tierra, logrando definir el énfasis
técnico y el pastoral que buscaba la iluminación doctrinal a través de
reflexiones pastorales, retiros, encuentros de Pastoral de la Tierra,
intercambios de experiencias, intercambio de semillas, etc. dando como
resultado el surgimiento de líderes con
el compromiso de aplicar las técnicas y
de apoyar, animar el proceso en sus comunidades con otros agricultores.
Durante los
1996-1997, se realizó la “Evaluación
Económica e Impacto de los sistemas de Producción”; que buscaba medir el
impacto de transformación de parcelas de las familias participantes y a
identificar las estrategias para fortalecer las experiencias y así garantizar
la sostenibilidad de los procesos productivos.
En el año, 2000 se inicio el proceso de elaboración plan estratégico, con
la metodología de la planificación, monitoreo y evaluación se logró definir las
acciones a realizar, así como el monitoreo y evaluación de las misma que
ayudará a medir los impactos en las familias participantes; en la que los productores
con experiencias, asumen el compromiso de socializar las capacitaciones, apoyar
la implementación de las técnicas con otras familias y acompañar a productores
comunidades vecinas.
En año 2005, el proceso se hizo evidente el
compromiso de los agricultores hacia sus comunidades como resultado de
la implementación de la estrategia de formación en metodológica de campesino a
campesino, que tenía como finalidad el fortalecer la autogestión comunitaria
(organización campesina), donde los productores (as) sean los protagonista para
fortalecer el proceso en las comunidades con una clara visión hacia el futuro.
En 2011,se ha iniciado
el proceso de fortalecimiento de la Pastoral de la Tierra, desde una visión
integral en la que se busca los facilitadores técnicos logren intercambiar
ideas, generar conocimiento, compartir experiencia, etc. para responder a los
desafíos de manera eficaz y eficiente hacia el fortaleciendo la autogestión a
través de los programa de gestión agricultura sostenible, (seguridad
alimentaria); gestión de riesgos y cambio
climático (medio ambiente) y la gestión sustentable de los recursos hídricos
(agua).
Nuestra estará
ubicada en el Centro de Desarrollo Integral Chinampa, lugar que por sus
característica facilita el encuentro, capacitaciones y adiestramiento técnicos
tanto a agricultores /as como de facilitadores técnico en la generación de
experiencia productiva en el manejo de especies menores, huertos caseros, etc.;
poniendo en práctica de técnicas; tecnología alternativas, y fortaleciendo
proceso de autogestión de las comunidades sean las protagonista y logren discernir su aporte en el compromiso de la
multiplicación de las experiencia que se caracterice
por las relaciones equitativas entre hombres y mujeres; en procesos
participativos para tomar decisiones y optimizando el uso de los recursos
locales reduciendo la dependencia de recursos externos.
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