ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA AL
SERVICIO DE LA IGLESIA.
Entrevista a Monseñor
José Elías Rauda Gutiérrez
“Para esto os envió Dios al mundo entero,
para
que de palabra y obra deis testimonio de que el Señor es el único omnipotente”
(San Francisco de Asis)
Servicio de entrega y dedicación en la
vivencia diaria
El servicio a la comunidad es esencial y fundamental en la vida de
toda persona humana, este compromiso es
cultivado en el seno de la familia y fortalecido con el encuentro con nuestro
Señor Jesús. Esta es la experiencia de vida de Monseñor Elías Rauda quien
heredó de su Padre el servicio de entrega y dedicación en la vivencia diaria.
Desde muy joven, sintió el llamado de Dios para servirle a la
comunidad cristina desde la espiritualidad Franciscana “Desde niño venía
embelesado por ser fraile” afirmó, y en el seminario San José me encontré con
el padre Ladislao Segura. “Mirá, si venís al seminario vas a ser diocesano”. Y
yo le dije: “no, yo franciscano quiero ser”. Se puso a reír y me dirigió a
Planes de Renderos”.
La expresión de la
espiritualidad, se resaltan en aspectos como: la fraternidad, diligencia y la
entrega pastoral, atención a todos en la comunidad, no solo la hizo a los
católicos, sino también a los alejados, esta entrega la expresa recordándonos
que la labor pastoral de servicio, es fundamentado en el Evangelio de Marcos
10,45: “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su
vida como rescate por muchos”.
La Espiritualidad Franciscana, Monseñor Elías, la hace vida desde
dos énfasis claves:
El primero, es el servicio a la comunidad cristiana desde la
entrega a la Iglesia desde el fortalecimiento de la acciones de evangelización,
a través del conocimiento de cada una de las parroquias para lograr una
cercanía a la gente, fortalecer el trabajo de la pastoral de conjunto al acompañamiento
del clero organizando y facilitando retiros espirituales para fortalecer la
vocación sacerdotal todo ello para ser ministro de esperanza, centrado en la
experiencia viva de Cristo.
En tal sentido, expresa el apostarle a un proceso de Nueva Evangelización
impulsando el proceso de planificación pastoral que muestre las acciones
pastorales a realizar en parroquias y comunidades cristianas.
El segundo énfasis es el proceso de promoción de la persona
humana, desde la ejecución de proceso, programa y proyecto, que ayude a
fortalecer y descubrir las capacidades de las personas hacia el servicio a la
comunidad, desde la concreción en acciones de desarrollo humano.
Su pasión por el proceso de promoción humana, lo refleja cuando
expresó “los agricultores de Cabañas, me han solicitado maíz pequeño” ya que
estos son más resistente a los fuertes viento, prefieren el grano pequeño a
poner en peligro las cosechas de las familias campesinas. También lo hace
realidad en la casa obispal, en donde se ha logrado cultivar tomate, pepino,
maíz, ayote, papaya, espinaca, etc. así como en la entrega de semillas a las
personas que lo solicitan.
Llama mucho la atención su expresión “hasta tengo un hospital”
para la recuperación de aquellas plantas que necesitan un cuido especial y una
vez recuperadas dan los frutos como agradecimiento a su cuidador y muestra de
las benciones de Dios a través de la
cosecha. Uno de su principal interés de acciones de promoción humana, a través
de la promoción de la Pastoral Campesina, es acompañar a las familias en el
proceso de producción de alimentos a través de la implementación de huertos
caseros, diversificación productiva, tomando como experiencia sus huertos
implementados en el patio de la Casa Episcopal.
La expresión de su dedicación a la evangelización desde estos dos
énfasis, se expresa en la cruz, colocado en el medio del patio de su casa
adornado con los frutos del huerto, así como de los frutos de las comunidades.
Esto muestra la espiritualidad francisca en la que reconoce que el centro del
servicio a la comunidad y a las personas es Dios manifestado en Jesús, en donde
la persona humana es reconocida como Hijos de Dios, criatura de Dios que deben
ser redimida y en la cual se logra reconocer la armonía de la creación que es
entregada a los hombres para que sean transformada y que produzcan buenas
cosechas a través del encuentro armonioso con el contacto con la naturaleza.
La vida de Monseñor Elías Rauda, al
servicio de la comunidad a través de acciones que logren evangelizar como lo
expresa el Salmo 8 “¿Qué es el hombre para
que te acuerde de él?” para merecer tan
agradable acompañamiento del pastor que acompaña, anima y fortalecer el caminar
hacia la entrega en el servicio.
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